El pregoneo, o la venta informal de pasajes fuera de los canales oficiales, es una práctica que ha venido creciendo en diferentes terminales del país. A pesar de que algunos usuarios optan por esta vía con la esperanza de ahorrar tiempo o dinero, las consecuencias de caer en esta práctica pueden ser mucho más graves de lo que parece a simple vista. Es esencial conocer los riesgos que el pregoneo trae consigo, tanto para los pasajeros como para el sistema de transporte en general.
El primero y más evidente riesgo es la falta de seguridad. Los transportadores informales que operan bajo el pregoneo no están sometidos a los controles necesarios, lo que significa que los vehículos pueden no contar con la documentación en regla, las revisiones técnico-mecánicas vigentes o los seguros que garanticen la protección de los pasajeros en caso de accidentes. En un viaje, la seguridad no debe ser tomada a la ligera, y elegir un transporte no regulado puede tener consecuencias graves.
Además de los riesgos en seguridad, el pregoneo afecta directamente la calidad del servicio. Los pasajeros que adquieren sus tiquetes de manera informal no cuentan con los derechos y beneficios que ofrece un pasaje adquirido en la terminal de forma oficial, como la posibilidad de reembolsos, cambios de horario o atención al cliente en caso de problemas. Esto significa que cualquier inconveniente en el viaje, como cambios de ruta o cancelaciones, queda fuera del control del usuario, aumentando el riesgo de pérdidas económicas o de tiempo.
El impacto económico también es significativo. La venta informal de pasajes contribuye a la informalidad laboral y resta ingresos a las empresas de transporte que cumplen con la normatividad vigente. Esto afecta la sostenibilidad del sector y reduce la posibilidad de mejorar los servicios. La Terminal de Transportes de Cúcuta trabaja de la mano con las autoridades para erradicar esta práctica, promoviendo un transporte seguro, confiable y regulado, que beneficie tanto a los usuarios como al sector formal.